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jueves, 18 de noviembre de 2010

DISFLUENCIAS O TARTAMUDEZ

En el ámbito escolar suelen cometerse errores importantes (ocurridos por desinformación) que dejan marcas dolorosas en la psiquis y en el alma del disfluente.
Por tal motivo y basándome en las reglas que establece Peter Ramig, profesor asociado del departamento de trastornos de la comunicación y ciencias del habla, de la universidad de Colorado, considero importante que los docentes sepan qué hacer y qué no hacer cuando un niño se traba al hablar.

  • Un niño que repite sonidos, palabras o frases con esfuerzo asociado, es disfluente o tartamudo.
  • Las prolongaciones de sonido también tienen que ver con la tartamudez.
  • Puede haber niños que hagan bloqueos con mucha tensión y que esto les impida decir un sonido.
  • Puede haber niños a los que, por tener tartamudez, se les cambie el tono de voz o el volumen a medida que hablan.
  • Puede haber niños en los cuales los maestros noten que hay algún temblor de la mandíbula, de la lengua o de los labios.
  • El docente puede notar niños que hagan maniobras de evitación, como por ejemplo sustitución de palabras o frases, modificaciones de palabras, un número inusual de pausas o silencios y no quieran participar en las clases, o bien emitan sonidos extraños.
  • Puede haber  un niño  con alguna manifestación de miedo (pide para ir al baño en forma súbita, expresión de miedo o desagrado en su rostro, el que dice “no se”, aunque sabe y no quiere hablar por miedo a trabarse.)
  • Muchos niños tienen espasmos prefonatorios, con movimientos corporales importantes antes de hablar. Luego de estos movimientos el habla es fluida.
Lo que no debe hacerse!!!!!

  • Decirle al niño que pare de tartamudear
  • Castigarlo por su pobre lenguaje o su forma de hablar
  • Ayudarlo con la palabra
  • Decirle que piense lo que va a decir
  • Completar la palabra o frase que está diciendo
  • Mirarlo con expresión preocupada o entristecida
  • Aparecer enojado o impaciente
  • Decirle que respire mucho antes de hablar
  • Decirle que pare y que empiece nuevamente
  • Decirle que cambie su tono de voz
  • Sugerirle que evite o sustituya palabras
  • Pretender que deje de trabarse
  • Expresarle piedad o compasión

Lo que se debe hacer:

  • Lo mismo que hace cuando escucha a un niño que habla fluido
  • Mantener la calma y escuchar lo que el niño tiene para decir
  • Mostrar placer de hablar con él
  • Parecer interesado en lo que está diciendo
  • Si el niño está excitado o apurado, decirle “tengo tiempo y quiero escuchar lo que tenés para decir” (no es lo mismo que decirle que hable lento o tome aire   para hablar), el docente funciona como soporte y es él mismo quien reduce también su interacción.
  • Estimúlelo en la clase para que participe mas en los días que tenga mayor fluidez y que coopere menos en los días que tiene menor fluidez
  • Si nota que a veces está incómodo hablando, permítale decidir si quiere dar lección oral o no (en forma privada)
  • Cuando el niño tiene la experiencia de períodos en que aumenta la disfluencia trate de proveerle situaciones donde pueda vivir experiencias positivas del habla: hablar al unísono, cantar, recitar una canción infantil, hablar rítmicamente, usar títeres
  • Si usted empieza a leer al unísono con el niño, en lectura a coro, el no va a tartamudear. Haga esto con cada uno de los alumnos así no se siente solo y diferente
  • Evitar discutir en presencia del niño aspectos de su habla. Si él hace preguntas acerca de esto, transmitirle que todos tenemos a veces dificultades para hablar
  • Evitar usar la palabra “tartamudez” (a menos que él sea conciente de su disfluencia y quiera referirse a ello con el nombre de tartamudez) para describir el habla del niño cuando habla con él o con cualquiera
  • Repetir el contenido de la expresión que escuchó del niño, para verificar si entendió bien lo que dijo. Además le permitirá mostrarle que lo escuchó muy bien
  • No presionarlo con el tiempo: hable mas lentamente, espere turnos y no lo interrumpa
  • Hablar abiertamente con el niño acerca de la tartamudez si él expresa su deseo de hacerlo, pero no haga de esto un gran tema
  • Utilizar cada oportunidad para estimularlo en todo lo que hace bien.

Cuando el niño falte aprovechar para discutir con el grupo:

  • Que la burla no solamente no es amable, sino que es cruel y no conduce a nada
  • Que cada uno de nosotros tenemos partes débiles y dificultosas. Que cuando ese niño incurre en errores cuando habla, no tiene la culpa y no hay ninguna razón para usar ese detalle para divertirse.
Lic. Flavia Corina Díaz


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